La famosa píldora postcoital es un tratamiento que se toma después de haber tenido una relación sexual de riesgo. ¿Qué significa de riesgo, exactamente? Pues haber hecho el amor sin protección o que no haya funcionado el método anticonceptivo habitual, como puede ser el condón. Hablamos de riesgo de embarazo, claro. El tratamiento se ha de tomar dentro de las 72 horas que siguen al coito de «riesgo», se compra en farmacias o se puede conseguir también en un centro médico o de planificación familiar.
Algunas veces, la mujer que lo va a tomar se puede encontrar con dificultades para conseguirlo si el médico/a o farmaceútico/a que le atienda alegue ser objetor de conciencia. Hoy en día no suele ser habitual encontrarse en esta situación, pero todavía hay lugares donde puede suceder. Por ejemplo, hace unos meses un juez dió la razón a un farmacéutico de Sevilla, por no haber despachado un tratamiento postcoital a una chica, precisamente por cuestiones de conciencia. Dicha decisión judicial ha acarreado multitud de críticas tanto al farmaceútico como al juez en cuestión, debido a que los argumentos de ambos son contrarios a la realidad.
El tratamiento postocital NO es un método abortivo. De hecho, no tiene nada que ver con la píldora abortiva RU 486, que sirve para interrumpir un embarazo. La píldora postcoital impide con bastante eficacia (un 89% aproximadamente) que se produzca el embarazo, pero no lo interrumpe si lo hubiera. Si la mujer estuviera embarazada y lo tomase, posiblemente no habría aborto. El tratamiento lo que hace es impedir que se llegue a realizar la fecundación. Es decir, que no se encuentren óvulo con espermatozoide. Es lo que ocurre todos los meses a una mujer cuando no hay fecundación y entonces baja la regla.
Eso sí, el método no es infalible. Esto quiere decir que aún habiendo tomado el tratamiento en su dosis correcta y en el tiempo que indica la propia medicación, puede producirse el embarazo. El porcentaje es bajo, pero puede suceder. Por eso es muy importante tener claro que el tratamiento postcoital es un método de urgencia que ha de tomarse sólo en casos de fuerza mayor, no como método anticonceptivo habitual.
No vale eso de decir: bueno, como tenemos la píldora postcoital nos podemos relajar un día… ¡Pues NO! Porque a lo mejor ese es el día en que el tratamiento falla y te encuentras, precisamente, con lo que quieres evitar: embarazo no deseado.
Y otra cosa importante. Tratamiento postcoital es igual a: tratamiento para evitar embarazo no deseado, PERO no evita la posibilidad de contagio de VIH u otras enfermedades de transmisión sexual.
¡¡¡¡NO OLVIDARRRRR!!!!!