Cuando las cosas no salen como uno espera, hay que procurar tomarse las cosas con humor. Es la mejor forma de romper el hielo, de cortar la tensión… A veces, el preservativo se resiste y se baja la erección, algún ritmillo no encaja y hay que acompasarse, o ella no está lo suficientemente preparada para ir al grano…,
En fin, que pueden surgir infinidad de pequeños contratiempos que, según se tomen, arruinan el encuentro sexual o lo enriquecen, si la cosa se toma con sentido del humor.
Quitemos hierro al asunto y en vez de tomar los contratiempos con la gravedad con la que a veces nos tomamos el sexo, la mejor receta es dar poca importancia y reirse. Parar unos minutos, hablar de ello sin agobios y seguir adelante con naturalidad.
Parece un gran tópico, sí (posiblemente lo es) pero la risa es el mejor antídoto para darle la vuelta a la tortilla. La risa erotiza, cambia la perspectiva, quita hierro al asunto… Y ayuda a que las cosas fluyan desde otro lugar.
¿Es momento de chistes? Hombre, depende. Cada persona tiene que valorar a quién tiene delante, y tampoco hay que pasarse de gracioso/a, pero no tomarse demasiado en serio el sexo ( y a uno mismo) puede ayudar a que éste sea maravilloso, placentero y divertido.
Una frase más de Regina Brett (mirar el post de “respira…”): No te tomes tan en serio. Nadie más lo hace.